30
Abr 15

Carta abierta a mis errores

errores

Queridos errores, no puedo menos que super-quereros. Gracias a vosotros, que cada día de mi vida me recordáis vuestra presencia, soy consciente de mi pequeñez en el universo.

Gracias mil veces por demostrarme, constantemente, que puedo hacerlo mejor.

Que puedo ser mejor persona y estar más en paz conmigo misma y por ende con el mundo. Que bajar a los infiernos y volver a la tierra, tiene su punto molón.

¡Claro que sí!

Os agradezco de veras que os quedéis a mi vera, tantas noches, hasta que me quedo dormida.

La de veces que me habré tropezado con vosotros hasta en mis sueños más apacibles ¡mira que sois intensos!

Sería hermoso echaros de menos. Aunque  sólo fuera por un día. Sé que si me esfuerzo mucho, algún día libre me daréis, ¡lo mismo hasta un fin de semana entero!

No pienso rendirme. Sé que si soy perseverante lo conseguiré.

¿A que sí? …¿o no …?


30
Abr 15

WhatsApp que estás en los cielos

WHATSAPP

Pero ¿cómo te han podido dejar entrar en el Olimpo de los Dioses con lo cabronazo que eres? Además, le estás haciendo la competencia de una forma del todo inaceptable al todopoderoso.

Nadie puede vivir sin ti. Incluso cuando haces ese doble check como si de un corte de mangas se tratara. Todos te veneran.

Conozco gente que incluso te pone bajo su almohada. Vaya a ser que de madrugada te de por comunicarte y mandar algún mensajito que se deba leer ipsofácticamente.

Mi amigo Lucas mataría por ti. Te lleva en su pecho y te mira embobado todo el día. Incluso en esos días en los que no dices esta boca es mía, él te mira y te mira por si acaso cambias de opinión y le dices un algo. Da igual que se trate de una carita endemoniada o de una sonrisa enlatada . Lo que sea, por  Dios, pero  no te olvides  de él ¡que se me viene abajo!

Mi amigo Iñaki, sin ir más lejos,  ya no necesita el teléfono desde que te tiene a ti.

Para qué, si tú se lo cuentas todo ¡chivato!

El otro día le llamé y te dijo que me dijeras,  que estaba de viaje, que qué quería…mal rollito..

Te leí  mientras me tomaba unos kikos y  se me atragantaron todos haciendo un tapón en mi garganta.

Había una multitud de personas a mi alrededor porque estaba en un centro comercial, pero nadie me socorrió porque estaban todos de cháchara contigo.

Tuve la suerte de que un indigente que hacía guardia en la puerta de un cajero,  me diera un buen sopapo en la espalda.

Me di de bruces contra el suelo mientras los kikos volaban por todas partes saliendo disparados de mi tráquea.

¡Maldito  Whatsaspp!